La nacionalización de las salitreras en Tarapacá
En enero de 1873, el Presidente del Perú, Manuel Pardo, estableció por ley el estanco del salitre en la provincia de Tarapacá, y la prohibición de vender a extranjeros los terrenos salitreros fiscales. De esta manera, el Estado peruano comenzó a controlar la compra y venta de la producción salitrera, con margen de ganancias para las arcas fiscales.
Dos años más tarde, Pardo expropió todas las oficinas y mantos salitreros de Tarapacá, entregando a los propietarios certificados o vales a plazo con un interés.
Primeros negocios
Mientras esto ocurría, North iniciaba sus primeros negocios al importar herramientas y mercaderías desde Europa, para surtir a las oficinas salitreras en Iquique, en sociedad con Maurice Jewell, primer vice cónsul inglés en el puerto, además de actuar como agente local de las líneas de vapores.
Con el capital reunido, compró sus primeras oficinas salitreras, y hacia 1878 arrendó la administración de la Compañía de Aguas de Tarapacá durante dos años, encargada de traer agua potable desde Arica en buques cisternas, almacenándola en Iquique para su posterior distribución.
Al año siguiente, y en vista de los acontecimientos bélicos, los ingleses dueños de la compañía de agua potable abandonaron el Perú, y las autoridades chilenas que ocuparon Iquique reconocieron a North como su propietario. Durante la Guerra del Pacífico, North controló el monopolio del agua potable del puerto.
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